¿Será que llegará el momento en el que uno se aburre con tantas cosas por hacer? Es decir, cuando uno quiere ser psicólogo, músico, escritor, buen conversador, aprender a sacar borrachos de los bares (bueno tampoco), cuando se buscan distintas obligaciones, cuando uno siente que el tiempo lo malgasta mucho y se mete a todo lo que le interese con tal de no perder un segundo, con tal de no desaprovechar todo lo que la vida tiene para enseñarle a uno.
Si se tiene la ventaja de cursar una carrera universitaria, haber tenido la oportunidad de aprender las bases para tocar un instrumento, en mi caso el bajo eléctrico (¡ay que feliz me hace!), cuando dispongo de una conexión a la web para mantener un blog y escribir de vez en cuando una historia en el Word, me parece criminal no aprovechar (bueno tanto como criminal no pero si es cagada desaprovechar).
Sin embargo en ocasiones las tareas lo terminan abrumando y uno siente que no va a poder con todo, es que ni siquiera siente uno que va a poder responder con algo.
En estas semanas de parciales y trabajos y después aún más parciales y trabajos, uno se encuentra con textos en los que ve las letras deformadas, encuentra frases que no logran adquirir sentido, a veces uno se levanta temprano disque pa estudiar, pasan dos horas y la puta helada una vez más a las cinco de la mañana, esa sensación frustrante de la proximidad de la obligación como que me carcome la atención, que de por sí ya es bastante miserable.
Ojalá solo fuera eso, pero encima llega el día del ensayo con cada banda, malhaya sea la hora que me dio por aceptarle a tres propuestas, además redistintas, o bueno no tan malhaya pues es bacano sentir que uno hace cosas diferentes y únicas, espero más adelante poder montar algún demo o grabación que haga con ellas, sin embargo esto suma dedicación y horas de trabajo.
¿Ni siquiera con eso? ¡Pero que man tan atareado!, fuera de eso llega la hora de escribir pal blog, y pensar en un tema que le pueda interesar a alguien, toda la semana pensando en tantos temas, tantas cosas interesantes que podría decir, tantos descubrimientos que me dejan atónitos.
Y esta vez lo intenté lo juro, pero como no pude: les lanzo una queja para que se ocupen ¡¡carajo!!
Para responder a la pregunta con la que empecé (si ven que hasta disperso se vuleve uno... ah que va eso no es cierto), pues sí, uno se puede llegar a aburrir y le dan ganas de mandarlo todo al carajo, pero después de un descanso, un tintico, un chocorramito o algo, se le pasa la bobada y citando a mi amigo alvarito, se deja de preocupar y se ocupa.
PD: Les iba a dejar una canción pa ver si los anima en estas semanas tan ocupadas (si leen el blog me parece que deben tener la de cosas por hacer) pero me arrepentí porque pa eso está el reproductor que ven a su derecha. Tons la voy a subir al facebook.
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