domingo, 30 de agosto de 2009

La Insoportable Improductividad del Ser

Últimamente me he dado cuenta de que me dejo descrestar sin dificultad por frases de carácter sentencioso (frases célebres así todas “minuto filosófico” de Facebook), frases de cualquier índole que oculten o iluminen alguna verdad, no se, el caso es que me acordé hace poquito de un libro que leí unas tres veces de Kundera que se llama “la Insoportable Levedad del Ser” que es todo clichesudo (o sea que a la gente que se las da de sofisticada hablan mucha m… con el) porque se articula en torno a problemas filosóficos tales como la levedad, el peso, la fidelidad, la libertad, la fugacidad y nimiedad (que no sirve pa nada) de la vida, y un largo etcétera o bueno no tan largo, solo no me acuerdo de más problemas.

A propósito es aterrorizante darse cuenta de lo poco rentable que suelen ser algunas aficiones, juemadre toca empezar a producir y yo por acá disque escribiendo, ustedes leyendo y además sobre libros de poesía, literatura y esas cosas satánicas, (jajajaj hace poco hablábamos con unos compas de la U sobre cómo le satanizaban a uno casi cualquier placer desde chiquito) pero es que no es gratuita esa conciencia de mis gustos, que realmente son bastante poco prácticos según me daban a entender tanto en el colegio como en casa de mi abuela las tías solteronas.

La música, al literatura y en general cualquier tipo de expresión artística se clasifican dentro de las aficiones sinsentido y que suelen entorpecer las ambiciones sanas de riqueza de cualquier adolescente que de muestras de cualquier tipo de sensiblería, como si fuera la única ambición digna de ser cultivada y realizada. Pues ni mi…. Eh digo no estoy de acuerdo respetable sociedad con esto, sin embargo creo que hay que trabajar incluso en ocasiones con falta de ánimo si se tiene algo establecido y soñado a futuro, lo único imprescindible para mi vida es mantener siempre un sueño.

El caso es que me emociono al leer frases como: “No es la necesidad, sino la casualidad, la que está llena de encantos. Si el amor debe ser inolvidable, las casualidades deben volar hacia él desde el primer momento, como los pájaros hacia los hombros de San Francisco de Asís.” Frases que a uno le tocan pero durísimo, sobre todo cuando a uno le ha tocado vivir algo así, es también una muestra de mi culpa improductiva, este afán inacabable por entender un poco la condición humana, es una muestra del estado adolescente de mi organismo, pero como ya lo he dicho aquí no nos vamos a andar con sofisticaciones ni artísticas ni científicas, entonces dejaré pasar una a una mis obsesiones de las cuales la fundamental creo yo es la búsqueda por el placer en cualquiera de sus formas, o de la felicidad, todavía no entiendo cuál es la distinción entre estas dos últimas.

Pero que verraco yo, empecé a escribir esta entrada porque me puse a leer una reseña sobre un libro del húngaro Imre Kertész, en la que destacaban una frase de su libro “Diario de la Galera” que me dejó con unas ganas las jijuemadres de devorar una a una cada línea que el suprascripto escritor hubiese impreso, solo espero que estas ganas no se desvanezcan antes de que pueda conseguir su primer libro. Y bueno los dejo con una de estas frases, see ya.

"(...) la libertad es realmente un misterio, pero no el llamado libre albedrío, sino la independencia respecto a nosotros mismos, la posibilidad de distanciarnos, la posibilidad de librarnos y ser libres de nosotros mismos."

O bueno dejemos dos, se va todo señores es la feria de Daviko

"Piensa mal del arte quien considera que transmite sentimientos. El arte transmite vivencia, la (...) de vivir el mundo y sus consecuencias éticas. El arte transmite existencia a la existencia. (...) No vale conformarse con menos (...)"

Casi se me olvida dejar el lugar de donde saqué tema pa esta anotación: http://unlibroaldia.blogspot.com/ recomendadísimo ese blog.

miércoles, 26 de agosto de 2009

De Shopping Posmo


La siguiente es la crónica de una semana bien atribulada. Todo empezó la semana anterior cuando después de un sorpresivo mensaje de texto me encontré en la noche lejos de casa viendo una película de la cual nunca había escuchado hablar en mi vida, se llama “Elegy”, es con Penélope Cruz (maasita!) y con Ben Kingsley (el de Gandhi), sobre la película no me gustaría hablar porque me quedaría en ella, por lo pronto solo puedo recomendarla pero eso sí, por favor no la vean si están muy deprimidos o muy felices, es de esas que le dan a uno duro desde que se meta en la trama; el caso es que esta película medio inauguró una semana bien posmo, ya les explico por qué. Pasaron dos días y ahora si voy al grano, que pena lo anecdótico del prólogo.

No me acuerdo bien que pasó exactamente los dos días siguientes, ah sí, el jueves llegué tarde a una invitación a teatro que hice yo mismo (¡de verdad qué pena!)y estuve con una amiga a media noche dando vueltas y tomando tragos sin alcohol, háganme el favor, ¡qué juicio!, bueno el caso es que llegamos tarde a todo lado y no hicimos mucho, qué raye, pero bueno llegó el viernes, había farra en la U y como era de esperarse, hice el ridículo de las maneras más variadas, qué boleta, aunque pa qué, la pasé la locura. Bueno ya!! Nos estamos quedando carajo!

El caso es que el sábado me pegué la rodadita a la feria del libro, una amiga me invitó pero ya me había invitado mi madrecita santa, y eso se ofendió todo el mundo. Dimos unas vueltas y encontré que por alguna extraña razón estaba como muy engomado viendo libros sin tener mucho dinero, eso fue lo malo de la feria, que antojada tan verrionda (je me jalió el caleño de mi hermanita) y después de analizar mucho qué sería mejor, compré a última hora todo apresurado un libro que se llama “El Placer del Texto” de Barthes, que viene siendo como uno de los más cuando se habla de semiología lingüística y de eso que nadie sabe muy bien qué demonios es, pero que todo el mundo relaciona con Warhol y gafufos afrancesados fumando pipa (cualquier parecido con mi señor decano Fabián Sanabria es pura coincidencia) eso que critica tanto a los que sí son “rigurosos”, los que creen que buscan la Verdad, lo Otro, los que usan palabras todas grandilocuentes, los que, ah ya, en todo caso le dicen la “Posmodernidad”, o el “Posmodernismo”.

Pero como compré eso pues muy bien, ajá, eso ¿no?, también compré otro (uy Cantinflas) que se llama “La Escritura y el Enigma de la Otredad” que son como reseñas de libros de una vieja que también es como posmo, se llama Esther Seligson, ah y otro libro como pa´disimular de Chesterton, una novela que se llama “el hombre que fue jueves”, pero lo mejor no es el título sino el subtítulo: “Pesadilla”, qué tal eso, creo que está más frito que los dos anteriores, el caso es que estoy que me lo leo, tocará esperar que me dejen porque aquí donde me leen, estoy más colgado que un columpio en lecturas para la U.

Y como esto ya está muy largo y estoy mamado de corregir tantos gazapos ortográficos y de tener a travesada a una chica en mi cabeza sin dejarme concentrar, les cuento después mi segundo día de shopping en la feria, ah, a quién quiero engañar, realmente lo que hice el otro día fue comprar un libro que nos habían puesto de trabajo final en una clase hace dos semestres y que me robaron junto con una maleta, qué piedra ni siquiera era mío, me tocó bajarme de 70 billetes de mil en la Lerner de los ahorros (ehh… sí, mis ahorros), la cosa es que lo vi, estaba rebarato y lo compré. Se llama “El Objeto del Siglo” de Gerard Wajcman (siento como si fuera a escupir cuando pronuncio ese apellido).

Esa fue la feria del libro que no fue pues la locura con excepción de la presentación de un libro en la que estaban dando degustaciones de… eh… qué te dijera, guaro, digo, vino, digo... Agua… dough! Ah bueno ya qué.


PD: no vuelvo a escribir cosas tan largas, anecdóticas, ni mal escritas. O bueno sí.

domingo, 9 de agosto de 2009

En el que nuestro ingenioso hidalgo encuentra que el agua moja

La vez pasada me dieron ganas de leer a Dylan Thomas (pues como que ya iba siendo hora) y mientras buscaba por Internet poemas sueltos o páginas en las que me dijeran más o menos quién era y por qué tantos escritores y profesores de psicoanálisis lo citan tanto. Lo googlié(o como se escriba esa palabra tan fea) y abrí la primera página que apareciera que no fuera la wikipedia (como para saber algo diferente de lo que sabe la mayoría de gente con estos intereses tan absurdos). Se demoró muy poco en cargar y leí las líneas que se descifraron en la pantalla, al terminarlas me pareció un poema un poco abstruso pero que sonaba bonito, pues cuál no sería mi sorpresa al encontrar que había leído el índice que titulaba cada poema con la primera frase. Desde ese momento supe que algo mágico pasaba con este man.

Bueno, antes de continuar he de aclarar a qué me refiero con mágico:
Este término me causaba una ligera pero incómoda sensación al ser pronunciada por quinceañeras, abuelitas o cualquier humano que sintiera que de hecho podía creer en algo que escapara a las variadísimas y mucho más fascinantes explicaciones que la lógica materialista les pudiera dar. Como consecuencia de esto en ocasiones solía despreciar a un más a estos tipos de personas y la misantropía se me elevaba exponencialmente con cada emanación procaz de lo en ese momento igualaba con torpeza (casi me descalabro escribiendo esa frase). En todo caso llegó la adolescencia y me demostró con el más elemental de los enamoramientos, que la magia podía existir, pues la vida misma es inexplicable, o más bien su sentido, es inexplicable . Que el amor me haya deslumbrado de esa manera tan indescifrable, pero siempre fascinante, me hizo tambalear todo lo que consideraba como “verdadero” o “confiable”. Concluí que el amor y la fe son experiencias que no puedo explicar, o si puedo, pero nunca lo podría hacer del todo (no pues me quemé).

Listo, eso fue todo lo que tuvo que pasar, ahora creo en la magia, y en el poder de lo que quieran decir cuando dicen “espíritu”, creo que da igual si crees que tienes una especie de alma, de la clase que sea, y que esta permanecerá después de que tus patas estén explayadas en un ataúd, o si por el contrario supones que todo está en tu cabeza y que la puedes entrenar y educar para que llegue a niveles de sugestión que son perfectamente demostrables con los más variados experimentos neuronales. Pero lo que debe permanecer y lo que creo que debería preocuparnos también, es en qué medida la experiencia de un hecho trascendental para lo que ya mismo nos parece “real”, nos brinda sensaciones inigualables de felicidad y emoción.

Como no tengo más que decir sobre Dylan Thomas que importe dejo un fragmento que le hizo cosquillas a mi alma o que depronto me emocionó porque enunciaba un hecho estético que en mi historial cumplía a cabalidad con lo mal llamado “sublime”, o simplemente me gustó, para no quedarnos ni con la descripción poética, ni con la descripción científica. Ah qué descripciones tan cansonas pero tan ciertas:

"La mitad de este mundo es del demonio, la otra mitad es mía,
bobo por esa droga fumada en una niña
y enredado en el brote que bifurca su ojo.
La tibia del anciano y mi hueso tienen la misma médula
y todos los arenques huelen dentro del mar,
yo me siento y contemplo bajo mi uña al gusano
que corroe lo vivo.
."

Ah qué van a decir, se dice bonito y se es más feliz, qué se le hace.

jueves, 6 de agosto de 2009

Aviso Parroquial

Bueno, ya estuvo bien de poesías adolescentes que se las daban de conocer los vocablos más aptos y cosas de esas que a uno se le ocurren cuando se tiene mi edad y se está enamorado, aclaro que no despotrico de ellas aunque hay un par que me parecen francamente muy malas, tampoco rajo de estar enamorado pues es de las cosas más bacanas que tiene la vida, espero algún día volver a hacerlo y otra vez volverme popó (sentimentalmente claro), espero también que la verdad muchas más personas lo hagan en la tierra porque pareciera que cada vez la gente se enamora menos y se encapricha más, tomando a las cursilerías y los sentimentalismos como signo de debilidad (creo que eso lo dijo Nach) Y para no gastar más este blog pudiéndolo aprovechar en otras cosas, pues decidí empezar a publicar de todo, si así es, voy a hablar de lo que se me de la gana porque pa` eso es que se llama "el blog de Daviko" y nadie me paga ni me deja de pagar, ni me jode si no lo hago, por eso mismo este compromiso con la escritura que prometí mantener con el lo pienso cultivar y llevar de la manito mientras tenga tiempo y la Universidad me deje. Aclaro también que desde que abrí este blog me prometí que no lo iba a tomar como un “querido diario” o algo por el estilo, porque pues la verdad a veces ni a mi me importan las bobadas que me pasan en el día a día, por eso voy a publicar una nueva entrada lo más regularmente posible, eso si con la condición de que tengan alguna reflexión sobre algo o que por lo menos la siembren para que se pueda pensar algo nuevo, interesante o simplemente divertido. Entonces, los invito a que saquen también un tiempito a veces para que lean las vainas que digo, a lo bien que las hago con pasión y precisamente el hecho de que a veces no la transmita es la prueba fehaciente de que tengo que seguir trabajando y escribiendo todo lo que tenga que decir para que así de pronto en algún momento de la vida pueda escribir algo que valga la pena y pueda gritar ¡Vete al demonio Crabaple! Y no tener que terminar como un empleado de esos tipo Matrix, que es una de las imágenes más terroríficas que he tenido que presenciar en mi vida al lado de la niña del aro o la posesa esa que daba vueltas porque dizque tenía al demonio ñojo en el cuerpito. Bueno espero que estén atentos porque los que no… pues creo que no pasa nada, de nada.